jueves, 14 de enero de 2016

He bajado

He bajado del andamio al que nadie me izó y mis pies perciben la tibia pulcritud de la realidad. Sobre este andamio pintaba con palabras los frescos de una capilla séptima que nadie me había encargado. De esas palabras me convertí en esclavo, del halago por su conveniencia y adorno fui rehén. Quizá aún lo sea.
Hacía ya tiempo que se habían agotado los colores sobre la paleta, que los pinceles gastados alfombraban el suelo, allá abajo, que la cera de mis luces resbalaba por el entramado de tablas y hierros como un alma cayéndose a los pies, dejándome en el silencio oscuro de los abanicos plegados.
Aún no me aventuro a alejarme de aquí. Junto a mí, transita gente que lleva en las piernas la prisa de lo importante y en los ojos la angostura de la inmediatez. Personas que pasan de largo sin leerme ni una línea. Algunas, a pesar de ello, sonríen. Yo paseo nervioso y dirijo continuas miradas al alto techo de palabras siempre inacabadas, de frases eternamente inconclusas, y lucho porque mi soberbia no me lleve en volandas de nuevo escalones arriba, a ser tu favorito, a creerme de nuevo merecedor sin condiciones de que sean repetidos mis ciento cuarenta latidos como un mantra global, tántrico y electrónico.
Y lucho por alejarme de este espejo que me devuelve, en el garabato de un niño, la imagen de un hombre cansado, prematuramente envejecido y hundido bajo el muy prosaico peso de las deudas, de las dudas y de las mucho mas crueles certezas.
He recogido estos días muchas piedras de las muchas que durante años me han lanzado. Tengo ya un buen montón junto al espejo. El día en que a alguno de los seres que me habitan le sonría un futuro, comenzaré a construir con ellas una muralla a mi alrededor, circular y negra como un horno, como un camafeo gastado, inexpugnable y sin posibilidad de fuga, pero con la precaución de dejar entre las piedras una rendija a la altura de mis ojos, apuntando hacia la cortada entre aquellas dos montañas por donde, cada día, se pone el sol.


Photo CC0 by PIRO4D